31 oct 2013

Hércules en Nueva York

Si he de ser sincera, esta es una de las películas que más vergüenza ajena me ha producido al verla, por lo que había pensado ni siquiera mencionarla en este blog. Pero si mi blog se llama Ojete Films no puedo no hablar de un ojete tan tan tan grande como es Hércules en Nueva York, la primera película del gran actor, no solo grande de talento sino también de tamaño, Arnold Chuachenager. (Hace mucho que me rendí intentando aprender a escribir su apellido).

En esta fantasiosa película Hércules, interpretado, por supuesto, por Chuache, aburrido del Olimpo, le pide a su padre que le mande a la tierra, y el joven más fuerte del mundo termina accidentalmente cayendo en Nueva York, teniéndose que enfrentar a una forma de vida que desconoce por completo, en la que su extraordinaria fuerza solo le sirve para lucirse.


No os dejéis engañar por su argumento, que os pueda parecer medianamente interesante: esta es una película de mierda. Además de ser completamente absurda y estar rodada como el ojete, esta antiobra maestra del cine, pero gran comedia, cuenta con un clímax que lejos de hallarse al final de la historia, en el momento de la resolución, tiene lugar en el momento en el que Hércules tiene que enfrentarse a un oso que se ha escapado del zoo de Central Park. 

¿Merece la pena ver esta película? Menuda cuestión. Hércules en Nueva York es la mayor mierda que he visto en mi vida, pero el hecho de que lo sea, la hace interesante y por lo tanto merece la pena verla. Es tan mala que tiene que ser vista, porque no creo que se hayan rodado cosas peores. Por supuesto, es un ojete de ballena

30 oct 2013

Dirty Dancing

¿Quién no ha visto alguna vez en su vida la mítica película Dirty Dancing? Pues yo, sin ir más lejos, que había pasado veintiseis años enteros de mi existencia conociendo perfectamente esta película, que ya forma innegablemente parte de la cultura popular, pero sin haberme sentado jamás a verla, hasta que el hastío del verano más caluroso de mi vida me hizo plantearme que quizás había llegado el momento de saber qué había hecho Baby.

Pues al final lo que había hecho Baby era irse de vacaciones con su familia al típico hotel americano que está en medio de la nada y vive de ofrecer miles de actividades lúdicas a sus ricos huéspedes. Una de esas actividades son las clases de baile, impartidas por el culito pinturero de Johnny Castle, interpretado por el inmortal Patrick Swayze, el hombre más sexy de los últimos años de la década de los ochenta y primeros de los noventa.

Esta dama rica y este vagabundo bailarín se conocerán en ese hotel y Baby no podrá resistirse a los encantos del dirty dancing, hasta el punto de que tendrá que saltarse todas las reglas de su papá para poder desatarse, que para eso está ella en la edad.


Pensar en Dirty Dancing es pensar en una de las películas más populares de la historia del cine. En su momento cosechó un gran éxito, sobre todo entre el público más joven, pero es que a día de hoy sigue siendo una película de referencia y de culto para mucha gente. 

No obstante, tengo que reconocer que, sin quitarle el mérito de ser ni más ni menos que Dirty Dancing, no es para nada un peliculón. De todas formas ahí radica su gracia, que sin ser una obra maestra (ni de casualidad) tiene aún una buena legión de fans. 

El haberla visto no me ha convertido, la verdad. No he sabido ver en ella nada más que una muy puritana historia de niña pija y buena a la que le empieza a picar el coño, aunque reconozco que la película, y sobre todo Baby, de sosas que son terminan teniendo su gracia.

Lo que sí aplaudo y aplaudiré toda mi vida es la banda sonora, pieza clave del éxito de esta película. Pero sumándolo a todo lo demás el resultado es tan solo un ojete de monico tan soso como los pechitos de la Grey. Eso sí, gracias a esta película he podido reflexionar un poco sobre "el sueño americano", reflejado en esta película en la familia de Baby: atrayente por fuera pero totalmente aburrido y soso por dentro.

25 oct 2013

Catfish

¿Quién no ha conocido a una persona por Internet y le ha contado unas mentiras más grandes que las pirámides de Egipto? O lo que es peor, ¿Quién no se ha hecho pasar, directamente, por otra persona, con otro físico, otro trabajo y otra vida completamente diferente a su vida real?

Catfish es la historia de Nev, un fotógrafo que vive en Nueva York y que se pone en contacto con una niña que pinta cuadros y que... bueno, ¡tiene talento! Gracias al contacto con esta niña Nev acaba conociendo virtualmente a toda su familia y ya de paso se enamora de Megan, su hermana mayor, con la que empieza una relación por teléfono.

Después de mucho tiempo hablando y mucho te quiero y después de empezar a encontrar ciertas cosas sospechosas que le hacían dudar de lo que la familia de la niña artista le contaba, Nev decide emprender un viaje con sus amigos para conocer por fin a esta familia y a la chica de la que está enamorado.


Un documental, que además de ser muy interesante por todo lo que se esconde detrás de la preciosa cara de la chica de la que Nev se enamoró, va a gustar a cualquiera que haya ligado alguna vez en la red, ya que es muy fácil sentirse identificado.

Es también una interesante reflexión sobre la psicología que se esconde detrás del boom de las redes sociales y las necesidades del ser humano, pero creo que, sobre todo, es un documental para sentarse y disfrutar viendo las desgracias ajenas, y pasar incluso un poquito de vergüenza ajena en algunos momentos.

Este documental tuvo tanto éxito que se convirtió en una serie de la MTV en la que Nev ayuda a otras personas que mantienen relaciones por Internet a que puedan, por fin, quedar y conocerse. Copón de documental para Catfish, una bonita demostración de ese segundo mundo que son las redes sociales.

23 oct 2013

Utopia (1º temporada)

La serie más rompedora de este 2013 se llama Utopia y, por supuesto, viene de Reino Unido. Esta vez Channel 4 vuelve a reunir un grupo de jóvenes bastante dispar que tienen en común ser usuarios de un foro de cómics y estar apasionados por un cómic muy especial llamado The Utopia Experiments, una obra que al parecer revela muchos secretos sobre el futuro de la sanidad mundial.

Los chicos deciden quedar un día para conocerse y eso hace estallar todo el mundo tranquilo que cada uno de ellos tenía a su alrededor, por lo tanto, solo les queda escapar para sobrevivir. Esto les convierte en protagonistas de un trhiller trepidante que ni ellos ni nosotros podemos, en un principio, entender. Pero tampoco podemos apartar la vista de la pantalla para seguir viendo cómo la historia se va complicando y complicando cada vez más. 


El problema de esta sorprendente serie es que, cuando te empiezas a enterar de qué va la cosa, la serie pega un bajón que puede desembocar, incluso, en pérdida completa del interés. Es verdad que tiene un arranque increíble y que en los dos primeros capítulos no puedes ni pestañear, pero los dos últimos también se hacen bastante largos y pesados.

Tiene a su favor el ser una serie demasiado fantasiosa pero muy bien escrita, puesto que da respuesta a todos los enigmas que plantea, el crear interrogantes en el espectador constantemente, el hacerte sospechar de todo y de todos, y, por supuesto, la estética cuidadísima y una fotografía maravillosa.

Tiene en su contra que al principio es demasiado complicada y al final demasiado telenovela chuli, haciéndose larga, cuando solamente tiene seis capítulos. ¿Qué tal habría quedado reducida a tan solo tres capítulos? Nunca lo sabremos. 

Eso sí, incluso cuando se te atraganta un poquito y se te hace una serie pesada, es una serie bastante interesante y, bueno, muy violenta, para los que nos gusta ver cómo se revientan cabezas. Copón de serie flojito, pero justo, creo, que gustará a cualquier amante de las conspiraciones muy sacadas de madre.

21 oct 2013

Función de noche

Si no hubiera sido porque me hablaron genial de este documental jamás me habría sentado a verlo, porque la verdad es que no he sido yo nunca fan de Lola Herrera, protagonista de esta Función de noche, ni he visto nunca su representación de Cinco Horas con Mario, obra que ha marcado la vida de esta famosa actriz española y espina dorsal de este documental.

Junto a Lola Herrera, su ex marido, Daniel Dicenta, comentan, entre pase y pase de la doble función de la famosa obra de Miguel Delibes, lo que han sido sus vidas, su noviazgo, su matrimonio... hablando del pasado, del presente y del futuro. 

Así, Función de noche se convierte en algo así como un Cinco horas con Daniel, en el que podemos ver a una Lola Herrera totalmente abierta a expresar sus pensamientos y emociones, a hablar de cosas que había callado durante muchos años, a pedir perdón y a confesar que le aterra la soledad, el futuro, lo que está por venir.


Si Cinco Horas con Mario es un discurso terrible sobre una sociedad española de provincias oprimida por unas circunstancias históricas, Función de Noche es más de lo mismo y al mismo nivel de la obra maestra de Delibes, ya que Lola y Carmen Sotillo, viuda de Mario, parecen haberse vuelto la misma persona y haber pasado por las mismas experiencias. La intensidad de Lola confensando por fin todo lo que ha llevado dentro durante tantos años se convierte en un monólogo desgarrador que hiela la sangre del espectador.

Daniel también tiene mucho que decir, palabras horribles que nadie se esperaría escuchar de la boca de un padre y de un marido, pero es Lola la que toca fondo en esta confesión en la que deja ver que es una mujer arrepentida, luchadora, frustrada y asustada. 

El montaje del documental ayuda a la equiparación de este diálogo de un matrimonio fracasado con la magnífica novela, intercalando fragmentos de la adaptación teatral entre la conversación real de estos dos artistas españoles para llegar a un clímax muy intenso que encoge el corazón. También se intercalan otras situaciones de la vida de Lola Herrera como una visita a una echadora de cartas, un paseo con una amiga o los trámites para la anulación de su matrimonio.

Se pueden sacar miles de conclusiones de un documental como este, que reflexiona sobre la vida, el matrimonio, la madurez, la inmadurez, las cargas, los hijos, el sexo... pero lo mejor que yo os puedo recomendar es que lo veáis y que cada uno saque las suyas. Mucho más que un documental, una verdadera lección, una historia inolvidable. Por lo tanto, el recopetín de documental está más que merecido.

18 oct 2013

El impostor

Ya se ha dicho muchas veces lo de que la realidad supera la ficción, pero es que hay casos en los que te cuentan algunas realidades que no te caben en la cabeza. Partiendo de una base parecida a esta maravillosa reflexión que os acabo yo de hacer, El impostor nos ofrece el relato de una familia que admitió como suyo a una persona que no era quien ellos creían que era.

Frédéric Bourdin es un joven francés que se ha dedicado toda su vida a hacerse pasar por otras personas. Según él mismo asegura, con tan solo treinta y nueve años de edad ha asumido más de quinientas personalidades distintas. Sin duda alguna, este es un personaje bastante interesante como para inspirar un documental. Pero este documental no se centra en toda su vida, sino en un momento muy concreto: en el momento en el que se hizo pasar por un niño estadounidense que había desaparecido hacía unos años y se fue a vivir a Estados Unidos con la familia del niño.


El documental juega constantemente contigo porque sabe, porque es así y no puede ser de otra manera, que tú no te vas a poder tragar lo que se está contando. Cuantos más minutos pasan y más información conoces sobre la familia estadounidense que perdió al niño Nicholas Barclay en 1994 y sobre Bourdin, el impostor, más te cuesta creer lo que estás viendo y más dudas de todo, pues se va haciendo cada vez más complicado desgranar la verdad. 

Creo que el hecho de haberla visto mientras vivía en EEUU le da todavía más emoción a esta película, porque aunque aparentemente solo cuenta una historia (por mucho que sea ¡y qué historia!) se entrehuele el tufillo de una sociedad americana de película de terror psicológico rara de cojones.

Creo que es un documental que no puede no gustarle a nadie. Para mí es un claro copón de documental, pero quiero que quede clara la recomendación, porque seguro que os dejará con el culo torcido.  

16 oct 2013

Kick-Ass 2

Que segundas partes no sean buenas tampoco significa necesariamente que las segundas partes sean malas. De hecho, creo que la segunda parte de Kick Ass es tan buena como la primera, aunque la primera jugaba con la ventaja de la sorpresa que pudiera causar en el público la presentación de los variopintos personajes de esta saga.

En su momento fueron bastante sonadas las declaraciones de Jim Carrey, que tiene un papelazo en esta segunda parte, en las que decía que se desentendía de esta película porque creía que era demasiado violenta. Pues bien, creo que esa es la razón por la que a los que nos gusta tanto Kick Ass nos ha gustado también Kick Ass 2: porque dan tanta caña o más de la que dieron en la primera parte.


Para ser sinceros, las películas de superhéroes ya no me gustan. Ya me han cansado. Además, la calidad de las mismas se respeta cada vez menos en favor de ofrecer simplemente al público un suculento espectáculo de efectos especiales. Sin embargo Kick Ass es otro rollo. Si te sientas a ver Kick Ass es porque te quieres partir el ass, ni más ni menos. Quieres chistes bobos, quieres personajes patosos y ridículos, muchas tortas y buena música. Y eso es Kick Ass, y como no pretende ser más, nos deja a todos a gustísimo.


Aun siendo una película que, en mi opinión, no está hecha nada más que para entretener, se aleja bastante de lo que yo denomino cine palomitero, pues ofrece un tipo de entretenimiento muy particular y de calidad. Eso sí, no es para todos los públicos, y no solo porque esta no sea una película para llevar a los niños al cine, es que tiene un humor tan delicado, o más bien todo lo contrario, que puedo entender que no sea del agrado de todos.


No puedo hablar del reparto sin mojar braga porque tengo que reconocer que cuando hace ya unos años fui a ver la primera parte de Kick Ass, iba sin tener ni idea de lo que iba a ver, guiada solo por el culazo de Aaron Johnson, culazo del que se puede volver a disfrutar en esta segunda parte. Pero creo que mientras la gran sorpresa de la primera película fueron Chloë Grace Moretz, niña con una gracia terrible que en esta segunda parte ya es una adolescete QMF, y su papá Nicolas Cage, el toquecito de gracia de Kick Ass 2 lo pone Jim Carrey, el que luego renegaba de lo que había hecho, habiendo sido ese violento personaje su mejor trabajo en los últimos diez años por lo menos. 

Si te gustó la primera te gustará la segunda, así de simple. Y por lo tanto, si no te gustó la primera, luego no digas que no te avisamos. Copón de película para esta segunda parte de Kick Ass tan disfrutable. Y a esperar a la tercera, que queremos más. 

15 oct 2013

Cargo

No suelo hablar de cortometrajes en OjeteFilms porque tampoco soy una gran aficionada al corto. Aunque se vean antes, tengo mucha más costumbre de ponerme un largometraje que de investigar en el interminable mundo de los cortometrajes. No obstante, a veces llega a mí (siempre recomendados por otros, ya os digo que no soy muy de rebuscar a ver qué se hace) alguno que me sorprende muy para bien, y se acaba sintiendo una en la obligación de compartir su hallazgo con el mundo.

Cargo es un cortometraje sobre zombies. Soy una gran aficionada al subgénero zombie pero desde hace un año, más o menos, para acá, me he declarado exfan total porque ya estoy aburrida de tanto zombie y de que siempre se cuente lo mismo. Aunque se ha intentado innovar y avanzar mucho en esta rama del terror, para mí el resultado no siempre ha sido positivo, así que le he cogido un poco de aversión a "la película de zombies" y lo que antes me causaba un interés inmediato ahora me da una pereza terrible.

Sin embargo Cargo me gustó demasiado. Por darle otra vuelta de tuerca más al zombie/infectado o porque está realizado maravillosamente. La cosa es que me encantó, y qué menos de compartirlo con mis lectores favoritos. 


9 oct 2013

Posesión Infernal (2013)

La saga de Evil Dead siempre tendrá un rinconcito en mi corazón por la forma en que la descubrí y por lo mucho que me gusta. Por eso me hizo un poquito de ilusión saber que estaban preparando un remake muy particular, pero remake al fin y al cabo. Varias veces leí aquello de "es un homenaje a las películas de Raimi", "no sigue necesariamente a la original", "el estreno más terrorífico del verano", y claro, ingenua de mí, me lo creí, sin sospechar para nada que todas esas frasecitas podían responderían más a una campaña de marketing que a la realidad.

Esta nueva Evil Dead tira de la originalísima idea de convertir a su protagonista en una drogadicta que se está quitando y se va a una cabaña con sus amigos a pasar los primeros días del mono fuerte, y al volverse ella tan arisca y agresiva, nadie se dará cuenta de que lo que realmente pasa es que... ¡¡está poseída!! Primer fallo: intentar dar justificaciones. Ya no son tiempos para dejarse llevar por la fantasía sin hacerse preguntas y simplemente sentarse a disfrutar. 

La única buena idea de esta película es no haber querido copiar descaradamente a la original sino inspirarse en ella y regalar a los fans de aquella saga maravillosa un par de escenas para su regocijo, porque todo lo demás es más bien bochornoso, un espectáculo de sangre y gilipolleces sin ton ni son, y con unos diálogos de padre y muy señor mío.


Y vosotros diréis: ¿Y no era la película original bastante gilipollesca y carente de sentido? Pues hombre, mira, no. Es que estas dos películas no tienen ni comparación. Al igual que tampoco podemos comparar las épocas a las que pertenecen cada Evil Dead, y que probablemente hayan influido más de lo que parece en el resultado final de cada una. No son buenos tiempos para el cine de terror comercial, que prefiere estancarse en sorprender al espectador solo con el poder de la imagen y no con el uso de una buena atmósfera, unos grandes actores y una historia escalofriante. 

Os seré sincera: para lo corta que es, la película se me hizo larga. Arranca a duras penas, con una primera parte que provoca ganas de vomitar y no porque el género de esta cinta sea el gore, y el clímax se hace hasta pesado, dejando esa horrible sensación de "¿pero esto no va a acabar nunca?". Y creo que el peor calificativo que se le puede dar a una película de terror es aburrida, así que con eso os lo digo todo.

No obstante, aunque la haya puesto a parir voy a terminar diciendo que, aunque sea caquita fresca, merece la pena verla si eres fan de la saga original solo por poderte quedar a gusto con el par de referencias buenas, aunque claro, ni por esas se libra este extraño aunque no terrible remake del justísimo ojete de monico.

7 oct 2013

El club de los cinco (The breakfast club)

Pocas cosas hay más bonitas en la vida que una comedia de adolescentes de los ochenta. Yo no sabía de la existencia de esta hasta que vi Pitch Perfect, así que podemos decir que mereció, al final, la pena ver la peliculita de los coros de la uni, porque me llevó a esta otra película que sí que mola cantidad.

El club de los cinco cuenta la historia de cinco chicos que tienen que ir al insti un sábado a cumplir un castigo. Está la chica guay del insti, la rara, el chulito, el deportista y el empollón margi. Son el típico grupo que jamás se habría reunido si no fuera porque el destino les había escogido a ellos para pasar ese día de castigo juntos. 

Aunque su argumento puede parecer bastante simple, la verdad es que la fuerza de cinco personajes y su energía adolescente y el respaldo de un guión sólido hace que, mediante los diálogos y las diferentes salidas de tono de sus protagonistas la película vaya avanzando y resulte de lo más entretenida y buenrollera.


Mientras que suele ocurrir que ciertas películas idolatradas de la década de los ochenta solo llegan a nuestros días en forma de película de culto adoradas por aquellos que las denominan "películas de su infancia", con todo lo que eso conlleva, El club de los cinco se adapta perfectamente a nuestros días por ser el relato de las preocupaciones de la adolescencia, que por muchos años que pasen siempre serán las mismas. 

Así, esa película aparentemente simple se convierte, según te vas metiendo en su historia, en una crítica a cómo la sociedad trata a los jóvenes y un grito de guerra por parte de esos jóvenes que ya están preparados para tomar sus primeras decisiones.

Mención especial a su banda sonora, que aunque he tenido que conocerla gracias a la repelucadora Pitch Perfect, está llena de temazos. Total, que copón de película para esta joyita que se ha buscado un huequecito en mi memoria en el apartado de "cosas inolvidables".