30 sept 2013

Vuelven los Ojetescenarios de cine

Es necesario que vuelvan los ojetescenarios de cine porque Nueva York es cine en sí misma.


Una localización es tan importante como un personaje en una película. Lo mejor de Nueva York es que... conocer Nueva York... es imposible, porque es demasiado grande. Pero puedes estar seguro de algo: no importa hacia dónde mires, tienes un plano. Donde quiera que mires, hay algo interesante. 

Peter Bogdanovich, director de cine.



Siempre hubo, desde los inicios de la oficina de cine del alcalde - y  más aún como parte de su misión oculta- la idea de que poder ver a Nueva York en la gran pantalla, mostrarla alrededor del mundo, creaba esa parte mágica, mítica y atractiva de la ciudad. Las películas ayudan a hacer de Nueva York "la ciudad de los sueños", el lugar que la gente elige para visitar como uno de los grandes destinos del mundo. Y esto pasa gracias a la fantasía que crean todas esas películas que vemos, películas hechas en Nueva York. 

Jon Kamen, productor.



He querido compartir estas dos reflexiones porque me parecen muy interesantes. Nueva York es una ciudad con encanto, eso está claro. Pero también hay que reconocer que el cine ha sido su gran medio propagandístico. El cine ha hecho de Nueva York "la ciudad". Hasta el mismo alcalde supo sacar provecho de esto, al darse cuenta de cómo el cine puede ayudar a una ciudad, a un país, no solo económicamente. Ahora Nueva York es uno de los principales destinos turísticos alrededor del mundo, y, seamos sinceros, ¿quién no viene a Nueva York pensando en una película? ¿Quién no viene aquí queriendo hacer lo que hacían los protagonistas de esa película que te gustó tanto, queriendo comer en los mismos restaurantes que tus personajes favoritos y pasear por las mismas calles?

Solo durante el año 2012, la industria cinematográfica en Nueva York dio trabajo a más de 440.000 personas, y repartió más de 40 millones de dólares en impuestos para la ciudad de Nueva York.

26 sept 2013

Infiltrados

AÑOS han tenido que pasar para que yo por fin me decidiera a ver esta famosa película de Scorsese. Me interesó cuando salió en el cine, porque por aquel momento yo no veía nada mejor en la vida que el combo Scorsese+DiCaprio, me interesó cuando ganó el Oscar por aquello que hacemos todos siempre de ver, aunque solo sea por curiosidad, la película que ha ganado un premio como este, me interesó un poco más tarde cuando hice el máster de guión y hablaban tan bien de ella y me ha seguido interesando desde entonces hasta el punto de que me compré el DVD para obligarme a verla, pero ni con el DVD en casa me había animado a sentarme finalmente hasta que, un día, aquí en USA, me la he cruzado por la tele y he dicho: pues venga, ahora sí.

Infiltrados ha estado en el número uno de mi lista de películas que quiero ver en Filmaffinity años, por ser una de las primeras en añadir y por haber ido viendo todas las que le rodeaban quedándose ella apartada (al igual que también le pasa ahora a Nueve Reinas). ¿Y sabéis quién ha tenido la culpa? Matt Damon. El repeluco que me da este pobre chico no os lo podéis ni imaginar. Tanto es así que pasaba por completo de sus películas, aunque fueran buenas. Es que no soportaba su cara de marine. Pero este año he aprendido a llevarme mejor con él y eso ha hecho que haya terminado viendo por fin algunas de sus películas más alabadas, entre las que se encuentra, por supuesto, Infiltrados.

Otro de los actores que me echaba muy para atrás porque lo soporto poquito era Mark Wahlberg, que fíjate por donde luego me parece que hace un papelón el tío, y este dúo de jóvenes americanos y el odio injustificado que les tenía ha sido más grande que mi idolatría hacia Leonardo DiCaprio, que es idolatría porque me da igual lo que haga que todo me gusta, y me ha hecho resistirme a este peliculón durante seis años, que se dice pronto.


Pero vamos a la peli, que es lo que nos ha reunido aquí. Infiltrados es una película de policías contra mafiosos. Los protagonistas, Leonardo DiCpario, que hace de don nadie que quiere ser poli y Matt Damon que hace de protegido del tío duro de Boston que se mete a poli para tener una brillante carrera a la vez que es malo, porque está con los malos, se infiltran en este trepidante trhiller en vidas y ambientes que teóricamente no les corresponden aunque parece que han nacido para ellos, con el fin de encontrar para sí la satisfacción personal y quedarse muy a gustico sin tener que pensar ya nunca más en la mierda de vida que tienen.

Parece esto una tragedia de Shakespeare y de las buenas, porque otra cosa no, pero enredo, lío, y y muertes, las que quieras. Si me ha gustado por algo esta película, además de por el repartazo y porque Scorsese siempre es sinónimo de elegancia chunga, es por el ritmo de la peli. Cuando tienes un guión cojonudo, bien escrito, bien estructurado, sólido, puedes montar un espectáculo que te cagas, sobre todo si eres un director como la copa de un pino, y esto es lo que nos ofrece Infiltrados. ¡Qué subidones por favor! Y cada vez más in crescendo y venga a tope con el final que le va a acabar dando a una un ataque al corazón.

A nada que seáis lectores habituales de este, vuestro blog, aunque primero mío antes que vuestro, sabréis que para mí, lo básico de una película, es que me conmueva. A cualquier nivel, me da igual que me mate de risa, que me haga llorar a tope, que me dé todo el asco, que me haga reflexionar sobre la vida o que no me deje moverme del sillón, la cosa es que logre un cambio en mí, y esta es una de esas películas que es como montarte en la lanzadera del parque de atracciones de Madrid. Seguramente a los dos meses ya no te acuerdes de lo que sentiste, pero recuerdas que fue la hostia. 

Yo no me voy a meter en líos de que si Scorsese plagia de que si bla bla bla, a mí como si Scorsese mea sentado. Para mí lo importante es que el producto final sea de quitarse el sombrero y este es de quitarse hasta las bragas, porque se queda una extasiada después de una película como esta.

Espero que no haya entre mis lectores ni una sola persona a la que le haya pasado como a mí, que lleve mucho tiempo con esta película en la cabeza pero no se acabe de decidir. Ponérsela ahora mismo que veréis qué rica. Y por supuesto, recopetín de película para Infiltrados. 

24 sept 2013

Expediente Warren: The Conjuring

Sé que me acerco a una película que ha separado a los amantes del terror completamente. Mientras que unos han sabido ver en ella la mejor película del género del 2013, o al menos una película a tener muy en cuenta, otros, como es mi caso, solo hemos visto más de lo mismo.

Voy a empezar por los puntos en los que estoy de acuerdo con la opinión generalizada (que ensalza la película), y, por ejemplo, tengo que reconocer que la interpretación de Vera Farmiga, que ya sabe mucho de cómo hacer terror y cómo poner esa pose de "uy la de secretos que guardo" pues está muy bien. 

Y hasta aquí lo bueno. Ahora vamos con lo malo. Empezando, por supuesto, con aquello que tantas veces he leído de "es una película que homenajea la vieja escuela" o "es (directamente) de la vieja escuela". Que me expliquen a mí qué es esa vieja escuela, o qué entienden ellos como vieja escuela de terror, porque yo lo único que veo aquí es una película con una estructura terrible, mucho claroscuro, y mucho susto bobo y tensión barata que sí, desembocará en un final de mucha tela, pero bah, que eso parece el circo de las maravillas o la casa del terror de Madrid.


Otra cosa que se ha dicho de ella, tomándolo como una virtud, es que "es muy fiel a los hechos". Mirad amigos, poner como excusa a su desbarajuste argumental la fidelidad a lo que ocurrió en realidad es un argumento de mierda; si queríais veracidad, haber hecho un documental. Si habéis elegido película, por favor, sabed cómo montároslo.

The Conjuring es una película de la que no entiendo siquiera cómo ha podido interesar, pues tiene un argumento flojito (que ya hemos visto exorcismos hasta en la sopa) además de que crea su atmósfera de "cuidao ahí" a un ritmo ridículo. ¿Que saben mover la cámara y poner musiquita donde conviene? Sí, pero eso no la hace una obra maestra, la hace una película que deja verse, cargada de efectos que te distraen de su vacío en el resto de aspectos.

No me extraña que haya espectadores que se hayan sorprendido con ella porque hay gente que hace del cambio de look de Sergio Ramos lo mejor de su semana, lo que me sorprende es que amantes del género la hayan aceptado sin problemas, sin darse cuenta de que es una película más coja que Su Majestad el Rey, que parece más una producción de "lo mejor de antes" a manos de RTVE que una película de terror serio, que al fin y al cabo es lo que se quiso vender.

Por cierto que, aunque la historia de la familia ni tan mal, toda la historia de la muñeca, cinematográficamente hablando, me ha dado un repeluco pero de arcada. ¡Qué horterada, chica! Al que le haya gustado, pa él toda, que yo no quiero saber nada de esta cinta ni de las que vengan que se le parezcan. Ojete de dromedario para los Warren.

20 sept 2013

Carrie

Yo soy muy fan de Carrie, la película de Brian de Palma. La vi por primera vez hará solamente dos o tres años, pero mencantó tanto que se convirtió al instante en una de mis películas de terror favoritas. Y mira, no os voy a engañar, esto de que ahora estén a puntito de sacar el remake me da más miedo que la misma película en sí, porque la frescura, el descaro y la maldad que tiene la versión antigua no creo que, con los tiempos de cine comercial horrible que corren, vayan ni a parecerse a la original. Todo lo que es Carrie de verdad quedará reducido a cuatro gritos, dos empujones, un estado de facebook y un vestido bonito. Ojalá me equivoque.

La cosa es que hace unas dos semanas me entró la pena de "madre mía que tenemos a la nueva Carrie a la vuelta de la esquina" y para que se me pasase me dije: ¿y por qué no me vuelvo a ver la antigua? Tenía yo la idea de que a lo mejor mi cabeza sobrevaloraba un poquito la versión de los setenta, y quise darle el que es ya para mí el tercer visionado para dejar las ideas claras: ¿es Carrie un peliculón? ¿Necesitaba el remake? La respuestas, por supuesto, son sí y no respectivamente.

Sé que suena a topicazo que da todo el asco pero a mí esta película lo que me hace pensar es en que "ya no se hace cine como el de antes". Pues claro que no, para bien y para mal. Cada época ha tenido su cultura, sus referencias y su manera de trasladar lo popular a una pantalla de cine. A Carrie le pegan los setenta porque era cuando la moralidad cristiana empezaba a desgarrarse, cuando la inevitable liberación de la mujer empezaba a ser temida, cuando el cambio generacional fue más brusco, y cuando el cine gozó de una libertad como yo creo que no la ha vuelto a tener.


¿Qué va a hacer ahora la nueva versión de Carrie? ¿Sobre qué va a reflexionar ahora? ¿Sobre que te peguen en el colegio? Pues mira, harta estoy ya de mensajes moralizadores de "adolescentes, sed buenos con vuestros compañeros".

Y eso que Chloë Grace Moretz es una actriz que, siendo tan joven, a mí ya me ha convencido. La chica tiene desparpajo y sabe actuar, pero yo qué sé, anda que lo hizo mal Sissy Spacek. Y Spacek tenía algo que para mí no tiene Chloë, que es una sensualidad muy bien insinuada. A Chloë Grace Moretz ya la han pintado de tía buena desde el primer fotograma de la película, y de verdad, qué fácil lo tienen que poner ahora en todas las películas no siendo que no nos enteremos.

¿Que igual me paso de idolatría hacia la película original? Pues no os puedo decir que no, pero vuelvo a repetir que Carrie es un gran ejemplo de lo que para mí es el verdadero terror, ese que es tan terrorífico que no necesita ningún adorno ni susto y que bebe directamente de la realidad. 

¡Viva la mítica Carrie de los setenta, pelirroja, pecosa y loca del coño! Un recopetín de película para la versión antigua y un miedo terrible a lo que está por venir. 

14 sept 2013

Los censores de Hollywood

Tengo la ligera idea, y corregidme si me equivoco, de que en España, el tema de la clasificación de las películas, siempre ha dado bastante igual. No sé los nuevos padres como se llevarán con eso, pero yo recuerdo cuando era pequeña que iba a ver la película que me apetecía y mis padres no me decían a nada que no, en gran parte porque seguramente ni siquiera sabrían cómo estaba clasificada esa película. Siendo menor de edad, e incluso menor de trece años, he visto Seven, El silencio de los Corderos, El Exorcista, Terminator 2... y aquí me tenéis, entera y sin traumas infantiles. 

Pero Estados Unidos es otro rollo. No solo se da bastante la lata con la clasificación de las películas que te dicen hasta en el trailer para qué público está dirigida, sino que además te lo dejan bien visible en el cartel y en la cartelera del cine. Y sí, en EEUU sí pasa eso de que te piden el carnet para ver qué edad tienes. En cuanto a las que ponen en la tele, todas y cada una de ellas empiezan mostrando cómo ha sido clasificada la película, así que consiguen hacer que te importe realmente su clasificación y que te fíes de ella para ver o no películas con niños.

El documental Los censores de Hollywood intenta dar respuesta a muchas preguntas que se deben de hacer, y yo también me he hecho, los norteamericanos. ¿Quién clasifica las películas? ¿Qué criterios utilizan? ¿Qué formación tienen esos censores de Hollywood? Y, la que para mí quizás sea la pregunta más importante: ¿Tiene algo de poder la mano de las grandes productoras estadounidenses a la hora de influir en la clasificación de una de sus películas?


Al parecer en EEUU que una película reciba una clasificación u otra influye mucho a la hora de hacer negocio con ella, ya que si eliges meter en tu película escenas de sexo o alto contenido de violencia no es lo mismo que la película reciba una R, que significa que los menores pueden ver esa película si están acompañados de un mayor de edad, que la clasificación NC17, que quiere decir que el acceso a la sala a menores queda totalmente prohibido, lo cual hace que muchos cines familiares no lleguen a alquilar una cinta de esa película.

No se me había ocurrido nunca pensar que detrás de todo este tema de los censores de Hollywood hubiera tanta mafia, y sobre todo, tanta censura. Tengo que reconocer que, aunque me gusta mucho ir al cine, la mayor parte del cine que consumo es pirateado, y la piratería tendrá muchas cosas malas, pero una buena que tiene es que te deja acceder a cuaquier tipo de contenido, haya sido exhibido en cines familiares o no, así que nunca había reflexionado sobre cómo preocupa realmente este trámite que todas las películas deben pasar a productores y directores.

Por lo tanto, me ha parecido un documental interesantísimo, que me lleva a sacar la conclusión que parece ya la conclusión de siempre, y es que el poder del dinero es alucinante, y que al fin y al cabo vivimos en una sociedad tan capitalista y tan contaminada que llega incluso a elegir por nosotros el cine que debemos ver. Copón de documental, y además os lo recomiendo si os interesa mínimamente este tema. 

12 sept 2013

Pitch Perfect

Se pueden decir muchas cosas de esta película, y por empezar más positivamente diré primero una buena: guste o no, no se puede negar que Pitch Perfect ha sido una de las películas del año. ¿La clave de su éxito? Ni idea, porque la verdad es que a mí no me ha gustado nada. Y lo peor de todo es que, no habiéndome gustado nada de nada ya desde la primera vez que la vi me ha tocado tragármela hasta un total de tres veces durante este verano, por esas casualidades horribles que tiene la vida.

Otra comedia de adolescentes más que no tiene nada pero nada pero nada de especial más allá de sus momentos musicales, que aunque no son espectaculares, sí son divertidos y agradables a la oreja. Parece que la sombra de Glee es alargada, y después de que a la famosa serie americana le funcionara la fórmula de coger los grandes éxitos del momento y hacer unos mixes con ellos bien guapos y luego cantarlos a alguien se le ocurrió la brillante idea de hacer una película partiendo de eso y volvernos a contar, y lo que es peor, cantar, la misma mierda de siempre aunque, esta vez, con un poquito más de gamberrería, pero muy justita y no siempre divertida. 


La novedosa trama nos cuenta la historia de Beca, una chica cuyo sueño es ser Dj, que es lo que se lleva ahora, pero que ha decidido ir a la universidad, pues vete tú a saber, para que los creadores de esta obra posmoderna tuvieran más fácil meter al resto de personajes en la historia. Allí parece que no encaja ella en ningún sitio pero al final una de las chicas del coro acaba descubriendo que tiene una portentosa voz mientras Beca canta en las duchas (espera, ¿esto no lo hemos visto ya en Glee? ¡¡¡Y en miles de comedias de mierda!!!) y la anima a unirse a uno de los coros de la universidad, que resulta que esta universidad otra cosa no, pero coros, los que quieras. 

Y luego, pues ya os sabéis la historia de las películas sobre coros desde que existe Sister Act 2: hay que ganar concursos. Así que a competir y a montar numeritos musicales y a hacer alguna tontada de vez en cuando para buscar la risa fácil. 

La primera vez que vi la película quedé totalmente horrorizada, me pareció lo peor de lo peor y mala pero con ganas, pero la verdad es que a la segunda le cogí un poco más de simpatía a los personajes y al final, creo, pero tampoco estoy segura al 100%, que me reí en una escena. Pero vamos, que haberle cogido cariño a esos personajes, que son lo único medianamente bueno que tiene la película, ese puntito surrealista de las componentes del coro (¡qué ocurrencia, un coro formado por gente rara!) no la hace mejor.

Muy generosa me siento al darle un ojete de monico a Pitch Perfect, pero puedo prometer y prometo que es un ojete de monico que se acerca bastante al de dromedario. No os la recomiendo ni muerta, claro, pero tampoco puedo deciros que será una película que, si al final os animáis a ver, os vaya a aburrir. En vuestras manos queda la decisión, luego no digáis que no os avisé.  

9 sept 2013

Gran Casal, me como el mundo & Tino Casal, más allá del tiempo

HOY ES MI CUMPLEAÑOS!!!!! Y de regalo me voy a permitir hablar en este blog de uno de mis artistas favoritos. Supongo que sobran las presentaciones cuando hablamos de Tino Casal, pero por si acaso, diré también que este era el señor que cantaba Eloiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiise Eloiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiise.


Qué feliz me hizo saber que a uno de los artistas más olvidados de la historia de España se le había querido rendir un homenaje juntado los testimonios de las personas que convivieron con él y mejor lo conocieron. Aunque ambos documentales parten de la misma premisa, hacer que Tino Casal no caiga en el olvido y permitir que quienes lo conocieron de verdad cuenten cómo era él realmente, en mi opinión el primero de ellos, Me como el mundo, es el mejor y más completo. 


Más allá del tiempo lo podéis encontrar sin problema en youtube, y aunque al final vienen a contar los dos lo mismo, este segundo parece que está hecho de un modo mucho más casero y con una extraña planificación. El primero está mucho mejor organizado y se cuentan los hechos cronológicamente, además de que en él intervienen muchas más personas de su entorno.

Sinceramente, me ha encantado verlos. Tino Casal es un hombre que me ha llamado la atención desde el primer momento en que lo vi, es como si su imagen estuviera grabada a fuego en mi mente desde que era pequeña, y no es para menos, pues nadie puede negar que Tino era un hombre peculiar. 

Creo que por primera vez en la historia de OjeteFilms no voy a calificar una película, serie o documental del que hablo, y es que para mí estos dos documentales no son calificables, sino necesarios. Todo el mundo necesita conocer más de cerca a Tino Casal. 



Y ahora, si me lo permitís:

6 sept 2013

Habitación 237

Que El Resplandor es un peliculón es algo indiscutible. Yo, que encima soy superamante del cine de terror, pues qué os voy a decir, que no solo es El Resplandor una película que me encanta, es que es una obra maestra de verdad, de las de exponer en un museo fotograma a fotograma. Qué maravilla. Pero hoy no vengo a hablar de la famosa película de Kubrick sino de un documental muy interesante y muy peculiar que se llama Habitación 237, aludiendo a la misteriosa habitación del hotel protagonista de El Resplandor, que es un compendio de teorías sobre qué se esconde realmente detrás de esta película.

El Resplandor es cine. Aunque sea una adaptación de una novela, novela que ya de por sí es buena y terrorífica, consigue superarla por completo y ofrecer otra experiencia radicalmente diferente gracias a la fuerza de sus imágenes. Y es que la puesta en escena por parte del genial realizador Stanley Kubrick se puede calificar con numerosos adjetivos, pero yo me voy a quedar con el más simplón y quizás peor de todos y voy a decir, por resumir muy mal, que esta adaptación es rara. Es inquientante. Ver esta película te hace sentir una constante sensación de intranquilidad y de... cosas muy grotescas, sensación que no te transmite el libro. Y todo eso es debido a la mano, o la mente, de su director.


El Resplandor es una película abierta a numerosas interpretaciones. Al final nada queda claro, todo queda cubierto por un halo de extraña magia que nos hace replantearnos lo que hemos visto y, por más que lo veamos, no podemos explicar qué está pasando en ese hotel. Al menos mi experiencia con esta película es que en cada revisionado encuentro un detalle diferente o me da por pensar en algo que vuelve a cambiarla por completo. Por eso, de alguna manera, este documental es interesante. Porque aquí se van a explicar las teorías más increíbles, que ni te las podías plantear cuando ves la película.

En mi opinión, da igual si estas teorías son verdaderas o falsas, lo importante es que son muy interesantes y te dan otro punto de vista completamente diferente de esta película. Te ayudan a fijarte en detalles que probablemente hayas pasado por alto y te intentan explicar todo aquello que la película te obliga a preguntarte. Sin quedarme con ninguna teoría pienso que lo mejor de haber visto este documental es que luego cada uno puede sacar la suya. 

Copón de documental. Aunque seguramente no haya sacado nada en claro de este documental, la verdad es que viéndolo me lo pasé como una enana. Recomendadísimo para fanses de la adaptación de Kubrick de El Resplandor. 

3 sept 2013

Take This Waltz

En la entrada anterior decía cosas que harían llevarse a algunos las manos a la cabeza y llamarme loca por pensar que Antes de amanecer, película de amor por excelencia, era un coñazo. Y aunque las comparaciones sean odiosas, el mismo día que vi Antes de amanecer vi Take This Waltz y tuve, sin querer, que comparar, y, queridos míos, ¡qué diferencia! 

Vale que aunque ambas películas hablen del amor y de las relaciones, son totalmente diferentes y se centran en momentos diferentes de una relación, pero hija, a mí dame cine como este y llámame tonta. Reconozco que quizás el guión de Antes de amanecer sea más sólido y su ritmo y diálogos estén mejor medidos, pero aunque esta película cojea en algún momento que otro, a mí me ha emocionado muchísimo más que la de la sosa la Deply (uy lo que ha dicho).

Lo que más me ha gustado de esta película es el punto de vista: una mujer protagonista que lleva a acabo la acción, cosa que es difícil de ver en las películas más famosas que tratan el tema del amor, que suelen ser siempre de chico conoce a chica, o chico deja a chica, o chico maltrata a chica, o chico engaña a chica o lo que queráis, pero siempre con el chico delante. Aquí la chica vive felizmente con un chico maravilloso que a mi me enamoró desde le primer momento sobre todo porque lo interpreta Seth Rogen y yo estoy muy enamorada de Seth y no puedo apartar mis sentimientos al ver una película suya, pero que es un chico maravilloso de verdad porque hace el desayuno, y nada, pues que la chica conoce casualmente también y durante un viaje a otro chico que le llama la atención desde el primer momento, lo que pasa que ella se tiene que reprimir un poquito porque es una señora casada.

Vente conmigo que yo sí que te voy a querer como te mereces

Pero, sorpresa sorpresa (gran programa, mejores presentadoras), este chico que ella conoce en su viajecito de vuelta a casa es su vecino, así que va a tener que reprimirse no un día, sino el resto de días de su vida feliz con su marido maravilloso con el que yo me casaría ahora mismo sin dudarlo. Y oye, que la tentación aprieta y ahoga y una no se levanta todos los días con las mismas ganas de serle fiel a su marido.

Cierto es que la película arranca un poco que dices ¿pero esto es una película de Jennifer Aniston o qué?, pero solo son esos primeros minutos, luego te lleva a lugares que algunos críticos han denominado comunes que no pensabas que fueras a visitar en esta película, y hasta te invita al vals que prometía en el título.

Vale, quizás un triángulo amoroso no sea la historia más original, pero me ha gustado ver cómo se comporta una mujer (esta mujer, en concreto) ante una sitaución como esta. Además, su gran punto a favor es que puedes sentir las emociones que transmite, que es lo que yo le pido a una película que habla del amor. Por eso yo le exijo a las películas de amor que me emocionen, y si no lo hacen, son basura. Por eso no me gustó Antes de amanecer y por eso me ha gustado mucho esta otra, que si bien no es el peliculón definitivo y tal vez incluso llegue a olvidarla, al menos me invitó a reflexionar. También decir que es una película muy sexy, las cosas como son, muy de sugerir y muy de qué erótico es todo. Y eso también se agradece. 

Copón de película para una película con nombre de canción de Leonard Cohen. Ahí es nada.  Por cierto que Take This Waltz tiene un airecillo de moderna de mierda que tira para atrás, pero es un airecillo agradable de los que no atufan, no como otras que dan todo el asco de lo modernas de mierda de mierda que son. 

1 sept 2013

Antes de amanecer

La trilogía de moda, señora. Y yo, que aunque había oído hablar mucho y muy bien de estas películas había pasado totalmente por aquello de que a mí las historias de amor no me emocionan especialmente, al final caí y dije: como lo hace todo el mundo lo voy a hacer también yo. Y me propuse verme las tres películas, pero! Resulta que vi la primera y que oye, que ni fú ni fá. Y ya claro, se me quitaron las ganas de ver el resto.

Supongo que es por todos conocido que esta es la historia de un amor muy espontáneo, muy bonito y muy realista de dos jovenzuelos que se conocen en un tren en Europa. Eran aquellos años en los que hacer el interrail era lo más romántico que podías hacer en tu vida y esta película parte de ahí para contarnos cómo un aventurero americano al que acaba de dejar su novia española conoce en un tren a una francesa a la que invita a pasar con él su última noche en Europa. 

Todos hemos sido jóvenes (afortunadamente algunas todavía lo somos) y todos hemos hecho locuras. Y todos nos hemos enamorado perdidamente una noche de una persona de la que no volvimos a saber nunca nada más. Y yastá. No hay más. Eso es, básicamente, Antes de amanecer. Estos dos pipiolos se pasan tooooda la película venga a hablar venga a hablar de todo un poco y se prometen volver a encontrarse pasado un tiempo, pues ambos han sentido la chispa del amor en sus corazones.


¿Interesante? Sí. ¿Maravillosa y reveladora? Pues mira no. A lo mejor es que yo no sé de la vida pero a mí estas cosas como que no me impresionan ni me emocionan: chico conoce a chica, al chico le gusta la chica, chico embauca a chica y chicos pasan una noche juntos. Vale, me parece muy bien, pero no esperéis que a mí esto me llegue al corazón, aunque ya advertí al principio que yo para las historias de amor en el cine soy muy rancia. 

Os seré sincera: me aburrí bastante viéndola. Llegó un momento que era como "voy a terminarla por terminarla", pero es el riesgo que corren estas películas cuya trama avanza a golpe de diálogo y de ir conociendo cada vez más a los personajes, que si desde el principio no conectas con ellos, la película se te va a hacer soporífera. 

No tendría el día para el amor o es que a estas películas se las ha puesto más por las nubes de lo que realmente merecen, la cosa es que yo me esperaba el ensayo sobre el amor verdadero definitivo y me he encontrado con la historia de amor que todos hemos vivido a los veinte años. Sinceramente, no me apetece mucho continuar con las otras dos películas, aunque han sido muchos los fanses de la trilogía que me han dicho que la segunda es la buena. Yo a esta la dejo con un ojete de monico y el resto ya se verá. Por cierto, que hace poco tuve el placer de ver una película que para mí sí muestra el amor de verdad, o al menos como yo lo veo. Por si queréis echarle un vistazo, aquí está The Broken Circle Breakdown.