24 oct 2012

Las aventuras de Priscilla, reina del desierto

Ya hacía mucho tiempo que sabía de esta película y que quería verla, pero a mí a veces me pasa que hay películas que se van quedando en mi carpeta olvidadas y van pasando los años por ellas y nunca me apetece verlas, hasta que de repente, un día, parece que es por fin el día de esa película y por fin la veo. No exagero si digo que tengo esta película desde hace unos dos años, pero ha tenido que ser ahora cuando por fin me haya animado a verla.

Priscilla es una de las películas más famosas de principios de los años noventa. Para los que en aquel momento éramos unos niños, la película no es demasiado conocida, pero seguro que los que en aquellos años eran unos jovenzuelos ahora la recuerdan.

La gran baza de esta película, creo yo, es su estupenda banda sonora. Quizás esa fue una de las claves de su éxito, y es que no hay momento musical en la película que no esté acompañado de un buen temazo. No os equivoquéis con estas palabras, esta película no pertenece al género musical, aunque sí tiene algunos números musicales, ya que la película va sobre tres artistas que se lanzan a un viaje a través del desierto australiano y que se dedican a ser lo que en España se suele denominar transformismo, es decir, son hombres que se visten de mujer para hacer un espectáculo, a excepción de una de ellas que es ya transexual entera.


La cosa es que los tres se lanzan a la aventura motivados por uno de ellos, el protagonista, que quiere cruzar el desierto para llegar hasta el hotel en el que trabaja su mujer para enseñar allí su show. Los otros dos se unen al viaje y se encargan de comprar y adecentar a Priscilla, la caravana que les llevará al corazón de Australia a través de preciosos paisajes y múltiples aventuras.

Mira que yo soy generalmente reacia a las road movies y otro tipo de películas de aventuras, pero esta comedia agridulce ha conseguido tocar mi corazoncito a la vez que ha sabido entretenerme y tenerme constantemente pendiente del viaje de estos peculiares personajes. Además, aprovechaba para reírme de la pinta de los actores protagonistas, hoy en día mucho más famosos por sus trabajos en Matrix o El señor de los Anillos del protagonista o Memento y Prometheus, películas por las que es más conocido uno de los coprotagonistas.

Ahora que ya la he visto, doblada al español, creo que habría sido muy interesante haberla visto en versión original, porque los diálogos estarán bien traducidos pero para mi gusto suenan demasiado maricas. Hubiera estado bien ver la interpretación completa de los actores, que están, todos, genial en sus roles. Por eso os recomiendo que si os pica la curiosidad y queréis verla, lo hagáis en VOS. Yo le doy un copón de película, y sobre todo, me alegro de haberla visto por fin.

22 oct 2012

La mejor película de Tim Burton

Hace una semana, y después de reconciliarme con Tim Burton gracias a su nueva película, os proponía la siguiente pregunta: ¿Cuál es para ti la mejor película de Tim Burton? Y me alegro un montón de que los lectores de este blog tengáis el mismo gusto que yo en este sentido, y es que mi película favorita en general, no solo de Tim Burton, es Big Fish, película que también ha sido elegida como la mejor de este director rarito.


Por detrás de ella, Eduardo Manostijeras y Bitelchús han sido la segunda y tercera película más votada. Soprende, por ejemplo, que el mayor número de votos se reparta entre las películas anteriores a Big Fish. Sin duda alguna podemos diferenciar dos etapas en la trayectoria de este director, y somos muchos los que preferimos sus películas más antiguas.

21 oct 2012

Ojetescenarios de cine (de serie): El edificio de Friends

Supongo que a estas alturas nadie se lleva las manos a la cabeza si le decimos que la serie Friends se grababa en platós y que tenía muy poquitos escenarios reales. Sin embargo, tenía algunas tomas de transición que situaban a los personajes en algunos lugares reales de Nueva York. Este es el caso del edificio que se encuentra en la esquina de la calle Grove con Bedford, en el curioso barrio de Greenwhich Village, al sur de Manhattan.


Este edificio real se usó para hacernos creer que los personajes de Friends vivían dentro de él. Como resultado, el edificio recibe miles de visitas al año de fans de la serie (como una servidora) que se acercan por allí a hacerse la foto con la supuesta vivienda de sus personajes favoritos. Como podréis observar también, aunque sí hay un café en el bajo del edificio, este no se llama Central Perk.


Realmente merece la pena acercarse al lugar ya no solo por hacerse la foto, sino porque el barrio es realmente interesante: un barrio muy tranquilo y lleno de rincones curiosos que nos hace pensar que estamos en un Nueva York completamente diferente del que estamos acostumbrados a ver.

19 oct 2012

Cuando Harry encontró a Sally

Hay películas que conoces de sobra sin necesidad de haberlas visto por la de veces que has oído o leído algo sobre ellas y por la de veces que has visto alguna de sus escenas. Eso me pasaba a mí con esta película: sabía de qué iba y sabía lo que pasaba, por lo tanto, nunca me había apetecido verla porque no creía que me fuera a sorprender. Pero con esto de cambiarme de país y venirme a Nueva York he empezado a reunir una lista de películas en las que sale esta ciudad y, por supuesto, esta era una de ellas, así que a los pocos días de estar ya instalada en mi nueva casa de Nueva Jersey decidí pasar una noche de desconexión viendo esta película.

Aunque es una comedia y lo que más gracia me debería haber hecho son los diálogos de la película, la verdad es que lo que más me divirtió fue su aire total ochentero. ¡Vaya pintas me gastaban todos! Y qué guapa era Meg Ryan, la verdad. Pero lo que más me gustó de la película es que, aun creyendo que ya sabía de qué iba y cómo terminaba, la película logró sorprenderme.

Cuando Harry encontró a Sally consiguió atraparme desde los primeros minutos, gracias sobre todo al carisma del personaje de Harry. Enseguida entré yo también en la extraña relación que se va formando entre los dos protagonistas y eso hizo que la disfrutara un montón.


Esta película me ha vuelto a demostrar que me puede llegar a gustar, y a enganchar, una comedia romántica. El cine de hoy en día me ha malacostumbrado a que la gran mayoría de las comedias románticas americanas que se estrenan a lo largo del suelan ser caca de la vaca, y este subgénero de la comedia lo suelo descartar siempre a la hora de elegir qué ver, pero afortunadamente el guión de esta película es algo más que comedia y algo más que romance.

Toda la película gira en torno a la idea de Harry de que un hombre y una mujer no pueden mantener una relación de amistad, porque siempre hay uno que desea sexualmente a la otra persona. Sally no está de acuerdo, y será el tiempo, o el destino, quien acabe dando la razón a uno de los personajes.

No suelo ser mucho de recomendar películas porque creo que hay que conocer a la persona para poder hacer una buena recomendación, pero hay algunas películas que, más o menos, gustan a todo el mundo, porque tienen la calidad suficiente y tratan un tema demasiado universal como para que cualquiera pueda sentirse identificado y a la vez disfrutar, por eso creo que, si alguien aún no ha visto esta película, tal vez puede ser un buen plan echarle un vistazo. Yo le doy un copón de película.

15 oct 2012

Ojetescenario de cine: El Hotel Plaza

El Hotel Plaza es uno de los hoteles más famosos de Nueva York y quizás del mundo. Seguramente, uno de los más caros también. Situado en la Grand Army Plaza, en el punto donde se encuentran la Quinta Avenida y Central Park, el hotel nos recuerda a un antiguo castillo francés de esos tan bonitos que bordean el Loira.

Este hotel lleva más de cien años funcionando, y el precio medio de una habitación, en la actualidad, es de unos 800 dólares por noche. Dentro del mismo hotel puedes disfrutar de servicios de peluquería, tiendas para hacer shopping, gimnasio, spa... lo que usted quiera, aunque todo, por supuesto, por un módico precio.


El hotel Plaza ha salido en muchas películas, pero ha sido realmente protagonista de una, una de mis películas favoritas de la infancia, por cierto: Solo en Casa 2, Perdido en Nueva York. En esta película, secuela del gran éxito que fue la primera Solo en Casa, Kevin se equivoca de avión y acaba solo en Nueva York con la cartera de su padre, así que decide alojarse durante unos días en el Hotel Plaza y vivir a cuerpo de rey.


Cabe mencionar también que una película española incluyó este hotel en varios de sus planos. Chico y Rita, película de animación dirigida por Fernando Trueba ofrece un plano de la fachada de este famoso hotel en su metraje.

Si vienes a Nueva York y no eres rico, ni sueñes con cruzar la puerta del Hotel Plaza, pero al menos podrás hacer lo que hacen todos los turistas: sacar unas fotos desde fuera, desde la plaza de enfrente donde, por cierto, hay una gran tienda de Apple.

13 oct 2012

La mejor película de Tim Burton

La carrera de Tim Burton como director de cine es ya bastante extensa, lo bastante como para que cada persona que suele disfrutar con el cine de este autor ya se vaya posicionando entre el joven Tim y el maduro Tim. Como podréis ver, en la columna de la derecha habrá, hasta el próximo sábado, una encuesta para saber cuál es vuestra película favorita. Entiendo que a algunos os cueste un poco elegir una sola, así que he dejado que podáis marcar más de una.


Si conocéis bien la filmografía de Tim Burton habréis descubierto ya que El Planeta de los Simios ni me he molestado en ponerla... no sólo es una gran caca de película sino que no tiene ni una pizca del Burton "de siempre", así que he decidido no incluirla.

Algunos también se preguntarán: ¿Dónde está Pesadilla Antes de Navidad? Bueno... con esta también tuve mis dudas a la hora de incluirla o no, pero recordad que el director de esta película no es Tim Burton, sino Henry Selick, aunque Tim Burton dio la idea original y estuvo muy involucrado en la película.


Dentro de una semana sabremos cuál es la mejor película de Tim Burton según los ojetes de los lectores de OjeteFilms. ¡Animaros a participar!

12 oct 2012

Frankenweenie

No veáis qué ilusión me ha hecho ver esta película en los Estados Unidos. De hecho, esta es la primera película que he visto en un cine de aquí, y aunque había muchos niños gritones y llorones en la sala, la verdad es que pasé un rato realmente divertido.

Esperaba con muchas ganas y desde hace mucho tiempo la llegada a los cines de esta película. Si me leéis habitualmente sabréis que uno de mis directores favoritos es Tim Buron, pero la verdad es que en sus últimos trabajos me había decepcionado un poco, y esta película está basada en uno de sus cortos (uno de los que más me gustaba, por cierto) y tenía un poco de miedo de que al final fuera una mierda enorme y ya no me volviera a gustar Frankenweenie nunca más, pero afortunadamente no ha sido así.

Tim recupera su estilo tan personal y tan reconocible para contar la historia de amor y amistad entre un niño un tanto solitario, y muy inteligente, por cierto, y su mascota, su perro Sparky. Un trágico día Sparky es atropellado y resulta muerto, y Victor, el niño de esta historia y mejor amigo de Sparky, se ve incapaz de superar esa pérdida. Por este motivo, tiene que hacer algo al respecto, así que decide devolver a la vida a su perro.


Esta hermosa historia no es más que un precioso pretexto para que Tim Burton nos entretenga a los más mayores haciéndonos recordar todas las historias clásicas de monstruos. Para empezar, no es difícil encontrar el homenaje al terror en el título de la propia película, pero son muchos más los detalles que nos recuerdan a otras películas de la época dorada del terror y cine de monstruos.

De esta manera Tim Burton también vuelve a la vida y al pasado, ya que Frankenweenie recuerda también a su forma de trabajar e imaginar en sus primeros trabajos, con una animación sencilla pero suficiente para transmitir toda la serie de emociones que despierta el dulce perrito en los espectadores.

Creo que todos los fans de Burton volvemos a estar contentos: de nuevo un cuento siniestro pero hecho con mucho corazón, capaz de transmitirte tanta felicidad como pena, y no le falta su puntito de humor, tan característico de las películas de este director. Yo, tan contenta. Tan contenta por haber ido al cine en EEUU, por haber entendido la película prácticamente a la perfección (al profesor de ciencias me costaba un poco entenderlo, pero bueno, ya sabes, por el contexto...) y tan contenta por haber disfrutado tanto con esta película. Por eso le doy un recopetín de película.

7 oct 2012

Ojetescenario de cine: Tiffany's

La joyería Tiffany & Co. de la quinta avenida es una de las esquinas más famosas de Nueva York. Situada en un enclave de lujo, esta enorme joyería es visitada a diario por cientos de turistas (que se limitan a hacer fotos desde fuera por miedo a que por poner un pie en la joyería ya te vayan a cobrar).


La tienda de la 5th avenue de Manhattan abrió sus puertas en el año 1940. Aquí dentro podemos encontrar algunos de los diamantes más impresionantes del mundo. Pero si por algo se hizo mundialmente famosa esta tienda fue por su protagonismo en una película estadounidense de los años 60, basada en una novela de Truman Capote.

En esta película, una preciosa joven desayuna frente al escaparate de esta tienda soñando con que algún día podrá hacerse con alguna de las maravillosas joyas que allí se exponen. ¿Sabéis de qué película estoy  hablando?


Película realmente fácil de adivinar, pues ya en su título aparece el nombre de esta tienda: Breakfast at Tiffany's, o Desayuno con diamantes, como en España se conoció, rodó algunos de sus más famosos planos frente a esta joyería.

4 oct 2012

Los Pilares de la Tierra

2012 ha sido, para mí, el año de Los Pilares de la Tierra. En el mismo año me he leído el libro y luego he visto la serie de televisión. No voy a hablaros de lo que me pareció la novela porque ya escribí mi opinión aquí, solamente hablaré de la serie, aunque, para empezar, diré que me ha gustado más la serie que la novela.

El gran acierto de esta adaptación para televisión ha sido eliminar tooooda la paja que Ken Follet tan amablemente nos regaló en su inmensa obra. Eliminar lo que no tenía mucho sentido, reducir a escasos minutos lo que no era tan importante, y centrarse en lo que se tenían que centrar.

Pero otro gran acierto, sin duda alguna, ha sido la elección de los actores, cosa tan importante a la hora de hacer una adaptación. Cuando uno está leyendo un libro tiende a imaginarse a los personajes a su manera, y aunque yo he de decir que me imaginaba a Phillip, el prior, de un modo muy distinto (en la serie es hasta guapo!!!) el resto eran bastante parecidos en mi cabeza. Por encima de todos los personajes, como debe de ser, destaca Jack, que es guapísimo. Si ya caías rendida a sus encantos en la novela, imagínate cuando ves a ese precioso Eddie Redmayne sonriendo.


Igual que me pasó con la novela, la verdad es que la historia de Los Pilares de La Tierra no me llegó a interesar del todo. Yo pensaba que la novela se centraría mucho más en la construcción de la propia catedral y no en la historia de Inglaterra y ciertos personajes, además de que es un poco culebrón de amor, aunque eso no tiene por qué ser malo. La cosa es que a mí la novela ya me decepcionó en su momento y la serie tampoco es que me haya encantando.

Por supuesto, tengo que reconocer que es una gran producción, bien adaptada y bien rodada, pero me ha pasado lo mismo que con la novela: no me ha llegado a interesar realmente. Y eso que la serie tiene todo lo necesario para entretener: acción, intriga, misterio, amor... la historia avanza mucho más rápido que en la novela y eso es bueno, pero aún así, para mí, todavía no es suficiente.

No sé qué opinión tendrán los que sí disfrutaron de la novela respecto a esta serie, porque está claro que la adaptación no es perfecta, pero, como dije al principio, yo sí creo que la serie sea mejor, por eso os recomiendo que si tenéis curiosidad vayáis directamente a la serie de televisión y os olvidéis del libraco de Follet. Sin embargo, aunque es mejor que la novela, no ha sido lo suficientemente buena para mí, así que se queda con un ojete de monico.